El
revisionismo marxista
El
revisionismo se puede definir como la acción
de someter a revisión doctrinas,
apreciaciones o prácticas ya establecidas con el
objetivo de actualizarlas o modernizarlas.
El
marxismo ortodoxo advertía a los obreros
sobre el riesgo que constituía
el pacto con otras clases sociales ajenas a sus intereses.
Prevenía sobre el reformismo político
en el seno del Estado capitalista. La razón es
que el Estado es el principal instrumento
del que se sirve la burguesía para ejercer su dominio
social. El único objetivo que
el proletariado debe perseguir es la toma del poder mediante
la revolución.
Sin
embargo, a fines del siglo XIX (a
partir de la II Internacional), Eduard
Bernstein,
miembro del
SPD (Partido Socialdemócrata
Alemán), desde una postura menos radical
y más conciliadora, sostuvo que los partidos revolucionarios
podían y debían, según las circunstancias,
intervenir en el
sistema político democrático
y liberal, utilizando como principal arma para conseguir sus aspiraciones, el
sufragio
universal.
Afirmaba que las
predicciones realizadas por el marxismo respecto
a la progresiva pauperización de los trabajadores
eran erróneas y que los obreros habían mejorado objetivamente su situación respecto
a tiempos pretéritos. Se habría de este modo
una vía no revolucionaria
que perseguía cambios no radicales, sino
graduales y pacíficos. |
E. Bernstein |
El
revisionismo despertó airadas críticas
en el seno de los sectores más izquierdistas del marxismo
(Rosa Luxemburgo, Lenin, etc.),
Sin embargo, jugó un importante papel en la política
del siglo XX, muestra de ello es la labor ejercida por
partidos hoy plenamente consolidados y activos en Europa,
tales como el Partido Laborista Británico,
el mencionado Socialdemócrata Alemán
(SPD) o el Partido
Socialista Obrero Español, entre
otros.
El anarquismo